12/4/14

Viikiingo's mind IV: Hermanos

A veces en nuestras cabezas sobrevuelan dudas, misterios, preguntas que no tienen respuesta e incluso ni las quieres. Pero las hay que tienen respuesta, y la respuesta es el crecimiento de la duda.

Hermanos... Hermanos que se olvidan que lo son.
He dicho olvidar. He usado la palabra olvido.
Olvidar no es verse o hablarse poco o casi nada.
Olvidar es no verse o no hablarse nada. Cero.

Hablo de dejar de verse.
Hablo de dejar de mirarse.
Hablo de dejar de interesarse por sus vidas. En plural.
Porque cuando un hermano tiene hijos, es un hermano que tiene más de una vida.
Hablo de... Dejar de hablarse...
Es deshacerte de cuando compartías un balón, una consola, un libro...
Es deshacerte de cuando compartías una muñeca, unos zapatos, una agenda...
Es meter en un cajón con llave, la parte de tu vida en la que eras ajeno a lo que es la vida realmente.
Es lanzar al mar todas aquellas risas que nacían al alba y se citaban para el día siguiente.
Es tirar a la chimenea los momentos en los que la vida te fue presentando una serie de sentimientos que años después tira uno por la borda.
Es estrujar el corazón de una etapa en la que uno no tenía que tomar decisiones.

Decisiones... No es más que eso... Decisiones...

Uno decide con quién quiere estar.
Uno decide qué es lo que quiere hacer y el por qué.
Uno decide si quiere justificar una decisión con una mentira. Una mentira que no se la cree nadie.

Esa mentira justifica que alguien decida hacer algo que quiere. Algo que quedará grabado con la misma frescura del momento en que se selló. Con la misma rabia, la misma verdad y la misma contundencia.

Se dice que la familia no se escoge y que los amigos puedes elegirlos.
Hay familia que escoge otras elecciones.
Hay familia que elige a quién escoger.
Hay amigos que quieres como si fueran familia.
Hay amigos que se acaban convirtiendo en familia desde el momento que sientes que son hermanos.
Y hay familia... Que no quieres ni aunque fueran amigos.

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