1/12/13

Viikiingo's mind

Tan bella sensación, tan gratificante... Tan poderosa, tan apabullante, el mundo se detiene a mi alrededor, mi respiración baja el ritmo, las pulsaciones al compás y sólo varían según cambie la situación.

Situación que manejo, que hago y que deshago, que formo y creo, que siento y pienso, que quiero, adoro y amo, que lo hago por mucho más y también por mucho menos.
Porque me teletransporta a otra realidad, porque me habla sin hablarme, porque me libera de todo y no me encadena a nada, porque hace florecer en mí lo que no crece en ningún sitio, y en donde crece, no crece de igual manera y hace de ello algo tan admirable...

Porque la escritura hizo de mí lo que soy y en deuda estoy, y haré lo que sea para que la escritura me necesite a mí, allá donde voy.

Bonito y eterno proceso... Desde la apertura de puertas para que la imaginación vuele, y se cuele sin medida en donde sea, atrapando las ideas que campan a sus anchas, provocando sentarte, sacar ese bolígrafo que tratas con mimo y decoro, ese que no quieres que agote su tinta, ese que es capaz de hacerte sonreír tan sólo con mirarle...

Y escribir...

Tomar esa idea y sentirte Santo y seña de ella, sentir la idea buena y disfrutarla, desmenuzarla, e incluso sentir que la idea es algo peor y disfrutar del reto que supone transformarla en algo digno, en algo propio, en algo tuyo...

Hasta ser leída, eterna bendición y satisfacción inigualable... Por nada... Por nadie...
Gracias por ser mi respiración asistida, gracias por tenerme en tus filas, gracias por darme fe una vez más, gracias escritura...

No hay comentarios:

Publicar un comentario