23/12/15

Oscura oración

Todo empezó en un lugar singular, al que a gente suele aglomerar, de olor particular y presencia peculiar.
Sus miradas se cruzaron sin quererlo, 
él la quiso y ella no quiso ni verlo, 
la tomó del brazo, la llevó consigo,
la apartó del paso, quiso ser su amigo.
Levantó su traje y no miró hacia atrás, la besó muy salvaje, incitando a Satanás, y hasta pudo ver hasta su imagen, diciendo "en fuego arderás".
Sus manos rondaron sus pechos, con acecho, consciente o no, de ese hecho, la tumbó en su lecho.
Quedó desnuda y él encima, metió su pene en su vagina, gritó la monja con locura, le acompañó el cura sin cordura.
La miró como si jamás hubiera mirado, la tocó como si a ninguna hubiera tocado, la besó como si a ninguna hubiera besado y la violó como si a todas hubiera violado.

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